''Con las mejores intenciones se generan, muchas veces, los peores resultados''
Oscar Wilde
¿En qué consiste?
El objetivo de la terapia familiar es transformar una familia que no funciona en una familia funcional, en la cual todos los miembros de la familia puedan crecer y desarrollarse saludablemente.
En terapia familiar no se buscan culpables, sino que se trata a la familia en su conjunto, aunque sea solo uno de los miembros el que presente la sintomatología, ya que es un sistema en el que los integrantes no están aislados y se influyen unos a otros, por lo que todos pueden contribuir a la solución.
Ser padres en el mundo actual es difícil y exigente.
Los padres, como todos los seres humanos, quieren encontrar “fórmulas mágicas” que puedan replicar en el manejo y la educación de sus hijos. La creencia que subyace a esta idea es que así se solucionarían todos sus problemas. La paradoja es que así es cómo se forman los problemas a la hora de criar a un hijo.
En la terapia con familias trabajaremos con los padres y con los hijos adolescentes y adultos, no introduciremos en consulta a los más pequeños para evitar las etiquetas diagnósticas y estigmatizaciones, y adiestraremos a los padres para que intervengan con sus niños pequeños.
En aquellos casos en los que el miembro de la familia que posee el problema no quiera asistir a consulta se puede trabajar con los otros miembros mediante una terapia indirecta. Ya que para obtener un cambio en el comportamiento puedo actuar, no sólo sobre el individuo, sino sobre los demás componentes del sistema porque el problema se mantiene gracias a los mecanismos de circularidad, cambiar algo en un sistema produce efectos concretos en todos sus miembros.
Dentro de un sistema, todo se interrelaciona entre sí. Todas las partes de un sistema son causas y efectos al mismo tiempo, por lo que lo importante no es criticar y juzgar al otro, sino ser capaces de mirarse a sí mismos.
El cambio de un sistema proviene del cambio interior de cada uno de los miembros que lo componen. La familia, no es la excepción.
Cuando pensamos en alguien haciendo terapia, solemos imaginar una sesión individual en que una persona interactúa con el psicólogo. Puede que también concibamos la posibilidad de una sesión en grupo, con personas diferentes con un mismo tipo de problema.
Pero existe también un tipo de terapia que se aplica sobre un grupo familiar, la llamada terapia familiar, en el que se tratan aspectos conflictivos entre miembros de una misma familia.